El dolor de espalda en escolares es la patología de mayor
prevalencia en esta población, siendo actualmente uno de los motivos de
consulta más frecuente en niños. Más del 60% de los casos el dolor de espalda
no se origina en lesiones o causas orgánicas sino en posturas y actividades realizadas
de manera incorrecta (Casado Morales, Moix Queraltó, & Vidal Fernández,
2008).
Afecta los índices de ausentismo
escolar, merma la predisposición de realizar actividades físicas en el niño, y
en muchas ocasiones afecta en una o más maneras la capacidad de desempeñar
normalmente sus actividades de la vida diaria.
Las alteraciones posturales
tienen su génesis usualmente en la primera infancia, debido a la adopción de
posturas incorrectas que no fueron corregidas en su momento, lo cual afecta al
niño tanto en su estética como también produciendo desarreglos en la actividad
de órganos internos y funciones (respiración, deglución, circulación,
locomoción; Canté-Cuevas, Kent- Sulú, Vásquez-Gutiérrez, & Lara-Severino,
2010).
El presente artículo tiene
como objetivo conocer los principales riesgos posturales relacionados con el
dolor de espalda a los que están expuestos los escolares y de la higiene
postural como herramienta de prevención para este tipo de riesgos.
La postura
Desde un punto de vista mecánico, la postura se entiende como el posicionamiento del cuerpo para la
realización de una actividad específica. Comprendiendo su evolución desde la
filogenia y la ontogenia, la postura es modificada por el hombre con el
propósito de 5 adaptarse a los requerimientos del medio y de la actividad en la
que se desempeña (Aguado Jódar, Riera Riera, & Fernández Ordóñez, 2000)
El centro de gravedad es crucial para valorar la postura del
cuerpo, es básico para analizar cualquier postura, en reposo o en movimiento,
pues es fundamental para la alineación del cuerpo. Su estructuración empieza
desde el nacimiento, pudiendo variar a lo largo de la vida, y está directamente
vinculada al desarrollo del esquema corporal, que definido por LeBoulch (2001)
es: Una intuición de conjunto o conocimiento inmediato que se tiene del propio
cuerpo, en estado estático o en movimiento, en relación con sus diferentes
partes y especialmente 6 con relación al espacio y los objetos que nos rodean
es básico para el desarrollo favorable de la persona.
Actitud postural.
Para Aragunde y Pazos (2000) existen una serie de
factores que influyen en la actitud postural: “Entre los aspectos que pueden
condicionar la postura encontramos diferentes variables: psicológicas,
sociales, afectivas, cognitivas y motoras, principalmente” y guarda relación
con las características personales de cada sujeto, como la condición general
del estado de salud y el estado de ánimo. La actitud postural puede ser
positiva, cuando es correcta y favorable para la salud o negativa cuando el
caso es lo contrario.
Tipos de postura.
La postura inactiva es la que reduce al mínimo toda actividad
muscular y postura activa cuando hay
una acción conjunta de varios músculos (Basso & Goncalves, 2004).
La postura correcta o postura ideal es
la postura que no sobrecarga a la columna ni ningún otro elemento del aparato
locomotor.
La postura armónica, es
la postura más cercana a la postura ideal que puede conseguir cada persona de
acuerdo con las características y capacidades individuales.
La postura incorrecta o viciosa, de
acuerdo a Andújar, Santoja, García de la Rubia, y Rodríguez, (2005) es aquella
que sobrecarga estructuras óseas, tendinosas, musculares, 7 vasculares, y va
desgastando el organismo de manera permanente, en uno o más elementos del
aparato locomotor, pero especialmente en la columna vertebral.
En la fase escolar la columna
enfrenta muchas adaptaciones y ajustes debido a los cambios que afronta el
cuerpo y los exigentes factores psicosociales. Los hábitos adquiridos suelen
acompañar al niño durante todo su desarrollo. En las primeras fases de
adquisición de la postura es más sencillo modificarla que cuando la postura se
ha vuelto cotidiana por un periodo prolongado de tiempo.
Higiene Postural
Andújar, Santonja, & Sáinz,
(2010) definen la higiene postural de la siguiente manera: Las medidas o normas
que podemos adoptar para el aprendizaje correcto de las actividades o hábitos
posturales que el individuo adquiere durante su vida, así como las medidas que
faciliten la reeducación de actitudes o hábitos posturales adquiridos previamente
de manera incorrecta.
La higiene postural es una
herramienta efectiva para la prevención de riesgos posturales relacionados con
el dolor de espalda en escolares y otras lesiones. Su objetivo terapéutico es
la “adquisición de hábitos posturales adecuados que protejan y eviten la
sobrecarga de la columna vertebral” (Andújar et al., 2010).
La reeducación es
fundamentalmente psicomotriz (Cabo López, 2010) y se divide en tres partes: (a)
identificación de la postura incorrecta, (b) evaluación de las posibles causas
que generan la postura, y (c) la integración de la postura correcta en el
esquema corporal del individuo (Andújar et al., 2010). Luego del análisis de
diversos programas de intervención postural Lorenzo Gonzales (2007) concluye
que, a mayor conocimiento de higiene postural en los escolares y mayor
incorporación de estos conocimientos en su actitud postural, menor es el riesgo
de padecer lesiones en la espalda en los escolares. También, que todo
programa de educación postural debe involucrar a los padres de familia y a los
docentes, capacitándolos y motivándolos a comprometerse activamente para
intervenciones exitosas.
Reeducar en posturas será mucho mejor durante la
etapa escolar, en esta etapa suelen ser muy útiles los consejos estandarizados
que evitan manifestaciones clínicas en el escolar.
Para Andújar et al (2006),
la higiene postural se compone de dos tipos de factores: (a) los hábitos
posturales, que están internalizados en el esquema corporal (internos y
dinámicos); y (b) los factores externos o ayudas, como el mobiliario o los
espacios (estáticos).
La educación postural afirma la importancia de la Educación Física
como factor de prevención de primer orden. Por lo tanto, “el profesor de
Educación Física debe tomar en cuenta que el trabajo de la postura será clave
en esta etapa, ya que es cuando se inician y consolidan los cambios en el
desarrollo del individuo (ontogenia)” (Alier, [1990]; Aufdemaur, [1981] citado
por Urbina, Sainz de Baranda, & Rodríguez-Ferrán, 2010).
De acuerdo con
Aguado Jódar et al. (2000), la educación postural en los niños podría
justificarse pensando en su futuro laboral, pero el marco escolar es apropiado
debido a multiples razones tales como: el gran lapso de tiempo que el niño
soporta la postura sedente, la falta de variación de posturas y la adopción de
posturas incorrectas en la realización de las actividades cotidianas y
frecuentes de la jornada escolar, el transporte diario de material escolar,
etc. Es necesario el conocimiento de las correctas posturas básicas de partida
en las distintas posiciones dentro de la dinámica del movimiento para
identificar las posturas incorrectas y posteriormente corregirlas de manera
adecuada para cada caso. Reeducar requiere un profesional experto; simples
consejos posturales pueden en el mejor de los casos ser inútiles y en el peor
conseguir el efecto contrario al deseado (Andújar et al., 2010; Cabo López,
2010).
Factores de riesgo postural
La postura sedente prolongada e inadecuada.
Esta posición requiere
un esfuerzo postural de varias regiones anatómicas, alejándolas de la posición
normal de confort y generando hiperextensiones, hiperflexiones, hiperrotaciones
osteomusculares y produciendo lesiones. Además, produce fatiga en el escolar y
lo vuelve propenso a adoptar posturas inadecuadas de cansancio o de dolor en
algunos casos. Los alumnos adoptan la posición sedente entre el 60%-80% de la
jornada escolar, Impartir conocimiento con un enfoque higiénico a los escolares
respecto a la postura sedente es fundamental.
Enseñar y modelar la forma
correcta de sentarse, de pararse, de inclinarse es la base para prevenir y para
reeducar posturalmente a los escolares (Andújar et al., 2005)
El exceso de carga y traslado incorrecto de la mochila.
El peso excesivo de la mochila
“genera un cambio en el centro de gravedad del cuerpo hacia atrás, provocando
una inclinación del cuerpo hacia adelante, causando tensión en cuello y
espalda” (Bollado Esteban & Beltran Navarro, 2009). La mayor parte de estudios
que tratan de establecer una cantidad de peso segura para que niños y
adolescentes trasporten de manera habitual, establecen el valor entre el 10 al
14 20% del peso corporal del usuario (Alberola López et al., 2010; Bollado
Esteban & Beltran Navarro, 2009; Conti et al., 2010).
Se considera que toda
carga que pese más de 3kg puede entrañar un potencial riesgo dorsolumbar, ya
que, a pesar de ser una carga bastante ligera, si se manipula en unas
condiciones ergonómicas desfavorables (…) podría generar un riesgo. (Ruiz Ruiz,
s. f.).
Para prevenir perjuicios a su salud, los escolares deben dominar temas
de higiene postural tales como las cualidades ergonómicas que debe cumplir una
mochila en su diseño, las recomendaciones para adaptación de la misma al escolar
y la enseñanza de normas posturales relativas a la manera de levantar,
transportar y descargar la mochila.
La enseñanza de normas posturales correctas
disminuye el riesgo de lesiones o trastornos musculoesqueléticos en los niños y
previene los riesgos posturales asociados al dolor de espalda en escolares
(Andújar et al., 2005).
La hiperflexión e hiperextensión de la espalda.
Se presentan ante
posturas incorrectas en la interacción del estudiante con el mobiliario: en el
caso de la hiperextensión de la espalda, con posturas como escribir en la
pizarra a una altura superior a su cabeza, o estirarse desde la posición
sedente para alcanzar o mover objetos; y en el caso opuesto, la hiperflexión de
la espalda se produce cuando el alumno se flexiona hacia adelante en su pupitre
al escribir. 16 Una adecuada preparación para las actividades a realizar, con
la organización adecuada de los implementos necesarios para la misma,
disminuiría la frecuencia exposición a posturas perniciosas.
Inadecuada interacción con el mobiliario.
El mobiliario y los
espacios en los que se desarrolla la jornada escolar deben corresponder a las
medidas antropométricas de su población. Todo lo que el escolar use durante su
jornada escolar debe ser ubicado en función a las características físicas y
actividades a realizar de la población (Muñoz Vidal, 2009). Según Aguado Jódar
et al. (2000) el hecho que en las escuelas todos los niños deben utilizar el
mismo tipo de mobiliario, sin consideración a las necesidades ergonómicas es un
problema importante que debe ser considerado. El mobiliario es importante pero
no más que la educación en hábitos posturales; aun contando con mobiliario
idóneo si el escolar no lo usa correctamente seguirán presentándose lesiones y
trastornos musculoesqueléticos.
Conclusiones
Durante la etapa escolar la
imitación y la repetición son herramientas predilectas en el aprendizaje del
niño, por esto, la importancia que los padres y profesores (principales
modeladores de la postura para el niño) posean conocimientos relativos a la
higiene postural y los practiquen de manera cotidiana, con el propósito de
promover un correcto desarrollo en el escolar.
Son necesarios programas de higiene postural y
la capacitación para docentes de acuerdo a las normas de educación postural. Se
recomienda concienciar tanto al alumnado como al profesorado la importancia de
realizar pequeñas pausas o descansos cuando se requiere prolongar la posición
sedente por un período extendido. Durante estas pausas se sugiere la
realización de ejercicios sencillos de relajación, estiramiento y contracción
de diversos grupos musculares.
Como ayuda os dejamos unos enlaces para seguir aprendiendo sobre el tema.
Plan de educación y corrección postural en niños de etapa escolar: https://issuu.com/marinelly0/docs/plan_de_educacion_y_correccion_post
Taller postural para docentes: https://es.slideshare.net/chonitanieto/taller-postural-para-docentes-1
Fragmentos extraídos del artículo
científico, Análisis de riesgos posturales asociados al dolor de espalda en
escolares y su prevención desde la higiene postural, junio 2018. http://repositorio.sangregorio.edu.ec/bitstream/123456789/799/1/MSSO-2018-21.pdf
Tanto adultos como niños deberíamos vigilar nuestra postura. Pasamos la mayor parte del día fuera de casa en el trabajo o en el colegio. Es cierto que hay muchos factores que influyen en este mal hábito. Como docentes intentamos que los alumnos se sienten correctamente, cojan el lápiz y mantengan la distancia apropiada con la mesa , en clase. Pero también tenemos que prestar atención a nuestra propia postura. Para evitar posibles problemas de espalda, de higiene del sueño, de estrés , etc...
ResponderEliminarEl deporte es un gran aliado para prevenir o solventar este tipo de problemas. Lo ideal sería inculcar a nuestros alumnos el buen hábito de practicar deporte y mantener una postura correcta y saludable. Y de paso, predicar con el ejemplo como se suele decir.
Una entrada importante a tener en cuenta por todos. me ha parecido interesante.